Adolfo Vasco Zabalza. Escritor argentino. Buenos Aires, Argentina.
Vuestro juglar ya no canta,
vuestro “poeta” no escribe,
vuestro buen amigo vive
con una ansiedad que espanta,
es mi incertidumbre tanta
que hasta olvidé de reír,
y me es difícil vivir
sabiendo que mi futuro,
cada día es mas oscuro
y el sol se niega a salir.-
Que lindos fueron los días
de pobreza acumulada,
cuando en las noches soñaba
con lo que nunca tenia,
sin embargo sonreía
al despertar y no ver
la pelota, el auto, el tren
el revolver-cartuchera,
aquel camión de madera
o el caballito vaivén.-
A todo eso suplía
una pelota de trapo,
o el barrilete barato
que hacia los cielos subía,
con que poco la alegría
me inundaba el corazón,
figuritas de cartón,
las payanas de carozos,
que guardaba en el rugoso
bolsillo del pantalón.-
Si así fueron mis juguetes
mi ropa fue casi igual,
gastada de tanto usar
en mis tiempos de purrete
jamás he puesto en un brete
a mis padres, pues sabia,
que comprarme no podían
vestimenta, muy seguido,
sin embargo no he sufrido
con lo poco que tenia.-
Hoy mirándolo al presente
pienso cuanto se ha cambiado,
y a la humildad del pasado
la soberbia le hace frente,
el amor perdió la gente
por las cosas mas queridas,
tener poco es una herida
que mana envidia y rencor
y se olvidan del amor
que es el oro de la vida.-
Soy un lírico, lo se,
por eso no me comprenden,
mis principios no se venden
soy de un tiempo que se fue,
verdad y honra heredé
de mis abuelos por cierto,
y en mis bolsillos desiertos
hizo nido la riqueza,
al llenarse de nobleza….
¡legado de mis ancestros!!